Es frecuente y visible a lo largo de los caminos principales del Bosque.Durante la época de la colonia, España monopolizó y comercializó la corteza de la Quina o Cascarilla y también organizó el envÃo al Perú de expediciones para el estudio botánico y farmacológico de ésta planta. El árbol oficial del país sufre de una popularidad ingrata y anónima. A pesar de eso y de sus innegables bondades medicinales, en el Perú muy pocos lo conocen. Este destilado formaba parte de sus raciones. “La gran amenaza para su ecosistema sigue siendo la tala ilegal y la quema de bosques para expandir la frontera agrícola”, señala a BBC Mundo Verónica Galmez, especialista en bosques andinos de la organización suiza Helvetas.En la actualidad, las grandes plantaciones de quina Durante el siglo XIX, para salvar sus colonias que hervían de malaria, El nuevo comercio floreció hasta la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando cortaron el suministro de quinina a las tropas aliadas expuestas al paludismo en el Pacífico. El coctel, sin embargo, no nació sobre una pulida barra de madera sino Echarle gin era un siguiente paso lógico. Y no hablamos de cualquier pandemia.Investigaciones publicadas en las revistas Nature y National Geographic sostienen queDe acuerdo con la tradición, fueron Los ecos de esta historia inspiraron el nombre científico que el árbol lleva hasta hoy: A lo largo de los siguientes siglos casi no hubo equipaje de explorador, conquistador o soldado que no llevara quinina.Hasta que llegó la Segunda Guerra Mundial. El árbol de la quina ha salvado a miles vidas en el mundo. “Es un árbol en extinción y ni siquiera existe un inventario de los que quedan”, advierte el ingeniero del INIA Alejandro Gómez, quien coordina el proyecto de reforestación en uno de los últimos reductos de la especie en Perú.
La quina curó una fiebre y provocó otra que resultó mortal para ella. Este alcaloide es el que le dio fama al árbol, y también su condena. En julio las calles peruanas se embanderan para celebrar la fiesta nacional y con ello se revela lo poco que se sabe del símbolo que “Hay quienes creen que es un manzano, un eucalipto o incluso un arbusto de coca”, dice Gómez, quien trabaja en el Instituto de Innovación Agraria de Perú (INIA) tratando de recuperar la quina. Pero en nuestro país se encuentra gravemente enfermo, tanto que se debate entre una lenta recuperación y su inexorable extinción. Antibiótico. La corteza de la quina roja tiene propiedades antibióticas y puede reforzar nuestro sistema inmune. Este importante árbol crece nativo en el bosque Puyu Sacha, que es su hábitat natural. Pero mientras la quinua es una hierba, la quina Lo que la hace valiosa es su corteza, rica en quinina. Según la leyenda, cuando el indio Pedro de Leyva se recuperó, juntó agua y raíces de quina en un cántaro y lo llevó a su pueblo. Desde épocas preincaicas, la corteza del árbol de la quina se usaba para tratar infecciones, inflamaciones, fiebres y dolores. La confusión más común es llamarla “quinua”, y suponer que se trata de ese nutritivo seudocereal que en los últimos años multiplicó su fama (y su precio). Actualmente, los tratamientos contra la enfermedad en Perú, el país que tiene a la quina en la bandera, usan quinina asiática o compuestos hechos en un laboratorio. Las poblaciones del árbol de la Quina se distribuyen a lo largo de los bosques montanos nublados en el Perú desde el extremo norte, en el Departamento de Cajamarca, hasta la frontera sur en Puno. De las más de 20 variedades de quina que existía en el país, sólo se tiene certeza de que quedan ejemplares de unas cuatro. Según las anotaciones del naturalista alemán Alexander Von Humboldt en 1805 se cortaron 25.000 árboles sólo en la provincia ecuatoriana de Loja. Facilita la digestión y evita la retención de líquidos. Pocos la han visto en estado natural y “El árbol del escudo ni siquiera está bien dibujado”, advierte el ingeniero forestal Alejandro Gómez a BBC Mundo.
Empapado en sudor, se acercó al agua, apartó las hojas y ramas que habían caído en el remanso y tomó algunos sorbos amargos. Por aquellos años, otra enfermedad, esta vez una epidemia de cólera, brotó en la zona de Angostura, en Venezuela.Para combatirla se popularizó una pócima que combinaba una decena de plantas locales, entre ellas un extracto de quina. La quina o también conocida como quinquina, es un árbol originario de Perú aunque se la encuentra en algunas otras zonas del planeta.Su nombre científico es Cinchona pubescens y pertenece a la familia de … Durante generaciones, hordas de comerciantes recorrieron los bosques andinos en busca de quina.